Se ha apreciado en esta serie de talleres, del que cumplimos tercera convocatoria, cómo el modelo español de crecimiento se ha basado en actividades de bajo valor añadido, muy intensivas en energía y recursos. Asimismo, El Bierzo puede considerarse como ejemplo de lo que ha sido esta fase, y por otra parte puede ser un laboratorio para superar la crisis. Los análisis realizados mostraron con toda crudeza la gravedad de la situación, y también que se están abriendo camino nuevas actividades que serán la base del desarrollo futuro.
Pero el cambio estructural no es sólo un catálogo de nueva actividad económica, sino la forma en la que la sociedad se organiza. Los modelos económicos tienen su correspondencia en la sociedad y en el territorio, por lo que la organización social del territorio es una clave de éxito. Así, los modelos organizativos han de ser, de forma necesaria, evaluados para su adecuada implementación.